Si Dios quiere
La pelÃcula que les presentamos viene avalada por el éxito en la taquilla italiana, donde el debate ateÃsmo y fe se contraponen en una divertida producción.
La dirección ha correspondido a Edoardo Falcone, nacido en Roma, autor del guión de Viva La Italia y del libreto de una  pequeña pelÃcula bastante interesante como ¿Te acuerdas de mÃ?, que nos recordaba que el amor es una conquista diaria. Para este arrollador debut cinematográfico, el realizador ha pensado que era posible generar un conflicto entre un prestigioso, altivo y ateo cirujano con un hijo muy creyente que quiere ser un sacerdote, mostrando que el humor no está reñido con la profundidad. El realizador se muestra admirador de la comedia de su paÃs y sus directores como Mario Monicelli, Dino Risi, Pietro Germi o Ettore Scola. El humor blanco e inteligente brilla por su presencia  con ciertos toques, en momentos puntuales, que rozan la astracanada, recordando a Muñoz Seca, aunque salvando las distancias. Si a esto le añadimos  unos cuantos giros argumentales, el resultado final roza el notable.
El reparto lo encabezan Marco Giallini y Alesandro Gassman, hijo del archiconocido Vittorio Gassman, lo que confirma nuestra teorÃa de que el enchufismo en  el cine funciona, que lejos de lo anecdótico, habrÃa que decir que no serÃa justo no reconocer el indudable talento del actor.
El planteamiento del realizador novel no está exento de dificultades porque,  a diferencia de la mayorÃa del cine español actual,  no se hace caricatura del cura a pesar del tono cómico, siendo mostrado  como ese sacerdote que todos conocemos que, con sus defectos y cualidades, orienta con cariño a sus feligreses; conoce la realidad que les rodea; se acuerda de los más necesitados; es un buen amigo capaz de ver más allá. Te plantea la vocación, pero dejando libertad y respetando las decisiones individuales. Nos ha gustado particularmente como es mostrada la juventud que está harta de todo y se encuentra vacÃa y que tiene la valentÃa de  hacerse preguntas y tener ciertos gestos para cambiar su vida de otra manera, convirtiéndose en seguidor de Jesucristo (publicado en Páginas digital).